Un tren me trajo de lejos
en tierna edad llegué a ti
me adoptaste como a un hijo
y aunque no olvidé mis raíces
con mi amor correspondí.
Al llegar a tus lugares
muy pronto yo descubrí
el color verde del monte
también tus aguas azules
y, el frío de la niebla, el gris.
Poco a poco tus colores
se fueron grabando en mí
sobre mi piel como a fuego
como se marca a lo propio
y así me sentí de ti.
Compañero de esta tierra
para vivir encontré
le diste cuna a mis hijas
y deseo que los de ellas
aquí vengan a nacer.
Tu bandera es mi bandera
tu lengua intento aprender
tus lugares yo venero
y tus canciones canto
con toda el alma que sé.
Cuando me tenga que ir
y yo ya no pueda amarte
si lejos de Euskadi quedo
quisiera que un poco mío
sirviera para abonarte.
Octubre 1996
lunes, 15 de diciembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario