lunes, 15 de diciembre de 2008
Isabel
Tu no fuiste la mujer
que me tubo allá en su seno
pero cual ella cuidaste
que mi cuerpo y mi alma
fueran por el buen sendero.
Cuantas noches me velaste
y con cariño sincero
lograbas que el dolor se fuera
lejos de las que querías
como a hijo verdadero.
Todo me lo enseñaste
lo que sé a ti te debo
y al dejarme comprendí
que el vacío que dejaste
no llenaré de nuevo.
De mis hijas fuiste abuela
y aunque tú nietas tenías
para ti fueron “tus niñas”
que hasta el final fueron fieles
a todo lo que las querías.
Te acompaña mi recuerdo
allí donde tu estés
yo nunca te olvidaré
y si en vida me quisiste
ahora….. me esperarás.
18-11-1996
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